Los fabricantes de móviles siguen practicando una de las técnicas de promoción menos deseada por los usuarios móviles: la preinstalación de aplicaciones que no pueden ser desinstaladas manualmente. Algo que daña la experiencia de uso del terminal si no se aprovechan estas aplicaciones, ya que limita el espacio de almacenamiento para otras aplicaciones o contenidos del usuario. Cuestión que cobra mayor importancia en los terminales con menor memoria, como son las ediciones de 8 GB de espacio del iPhone. Sin embargo, según el propio presidente de Apple, Tim Cook, esto podría cambiar.
Así lo ha hecho saber a través de una entrevista a BuzzFeed, donde ha explicado la complejidad del tema. Y es que, en el caso de iPhone, muchas de estas aplicaciones están ligadas a servicios y funcionamientos básicos del terminal. Por ello se impide su desinstalación, evitando cualquier problema que pueda surgir al hacerlo desaparecer del móvil. Eso sí, existen otras aplicaciones con menos relaciones o que simplemente acompañan al sistema operativo iOS, sin que sean fundamentales para el correcto funcionamiento del iPhone. Es en este caso donde sus declaraciones han dejado un atisbo de esperanza, afirmando que trabajarán en la forma de permitir eliminarlas. Algo que de momento no es más que una declaración de intenciones, sin que la llegada de iOS 9 suponga este importante paso.
De esta forma, muchos de los usuarios de iPhone podrían librarse de herramientas como Apple Watch, que llega de serie en las últimas versiones de iOS se tenga o no uno de sus relojes inteligentes. U otras herramientas como el centro de juegos, Game Centre, Salud o incluso las aplicaciones de Consejos y otras herramientas meramente informativas que no tienen más que un uso testimonial. Todo ello ocupando el espacio que bien podría ser aprovechado para contar con una galería de imágenes mayor, o para instalar aplicaciones que realmente se quieren utilizar.
No hay que olvidar que, en el caso de iPhone, existen versiones de 8 GB de capacidad de almacenamiento. Un espacio que se ve reducido en unos cuantos GB por el sistema operativo y las aplicaciones que trae consigo de serie. Un verdadero problema en los nuevos terminales como iPhone 6s, el cual ha ampliado la capacidad de su cámara fotográfica, pudiendo recoger imágenes y vídeos de mayor calidad y, por ende, de mayor tamaño. Cuestiones que están en contra de una experiencia de uso cómoda, que obliga al usuario estar pendiente de cada acción que lleva a cabo y de su repercusión en la memoria. Todo ello sin la posibilidad de ampliar este espacio con tarjetas MicroSD, tan sólo dependiendo de Internet y sus servicios de almacenamiento para dar un respiro al móvil.
De momento toca esperar hasta el próximo movimiento de Apple, esperando que las palabras de Cook se transformen en hechos para aquellos usuarios que no han podido adquirir un terminal con más capacidad y que se ven limitados por aplicaciones que sólo pueden juntar en carpetas que finalmente no usan, aunque consuman el espacio de su móvil de forma poco eficiente.