A pesar de que los creadores de WhatsApp, Brian Acton y Jan Koum, han defendido a brazo partido la independencia de su aplicación de mensajería y su misión de facilitar la comunicación de los usuarios dejando fuera la publicidad y otras técnicas de monetización, parece que Facebook podría tener en mente otros planes para esta herramienta. Y es que ahora se sabe que la red social podría dar un giro a la aplicación de mensajería más utilizada en todo el mundo para enfocarla al ámbito empresarial, tratando de sacar mayor rentabilidad a su compra.
Al menos así lo ha expresado el responsable de la oficina financiera de Facebook, David Wehner, en una conferencia de JP Morgan (empresa financiera estadounidense). Según sus palabras, “posibilitar los mensajes B2C (del comerciante al consumidor) tiene un buen potencial de negocio para nosotros”. O lo que es lo mismo, utilizar WhatsApp de forma comercial, planteando una vía de comunicación sencilla y directa entre negocios y clientes podría ser la forma de monetizar y sacar rentabilidad al desembolso de 21 mil millones de dólares que hizo la red social cuando decidió adquirir WhatsApp en febrero del año pasado.
Según parece, en declaraciones recogidas por el medio Bloomberg, Wehner vería factible cobrar a las empresas por utilizar WhatsApp para ponerse en contacto con sus clientes. Algo que revitalizaría los ingresos económicos de WhatsApp y, por ende, de Facebook, además de abrir una nueva vía de negocio para la aplicación de mensajería. Eso sí, ya son muchos los negocios que explotan las virtudes de WhatsApp para llevar a cabo su actividad comercial, o para asistir a sus clientes de forma directa, cómoda y personalizada.
La idea es monetizar WhatsApp más allá del euro anual que los usuarios deben pagar para renovar su suscripción para seguir utilizando esta herramienta. Algo que ya ofrecería a la compañía más de 800 millones al año, dada su base de usuarios activos actual. Eso sí, al parecer sólo es una idea que podría llegar en el largo plazo, por lo que no se esperan cambios sustanciales en breve en cuanto al funcionamiento y precio de WhatsApp.
Ahora sólo queda ver si estas medidas son realmente aceptadas por Jan Koum, que sigue a la cabeza de WhatsApp a pesar de ser adquirida por Facebook. Y si realmente traicionarán sus principios con el fin de ofrecer más dinero y rentabilidad a la red social. Algo que, de no hacerse con tacto, podría dañar notablemente la vida útil de la aplicación de mensajería y el apoyo casi incondicional de sus usuarios, que la prefieren antes que otras alternativas completamente gratuitas y con más funciones.
De momento, y a pesar de sus normas de uso, que prohíben expresamente el aspecto comercial y propagandístico a través de WhatsApp, algunas empresas anuncian sus números de teléfono para contactar por esta vía. E incluso los partidos políticos han decidido llegar a la ciudadanía a través de una aplicación con la que están seguros de saber cuándo un mensaje es leído por el interlocutor.