Los juegos para móviles son uno de los contenidos más utilizados por los usuarios y con más proyección de futuro, al menos en el ámbito económico, de las plataformas actuales. Eso sí, no todo es juntar caramelos o dar saltos infinitos. De vez en cuando se cuelan algunas propuestas de lo más interesantes y adictivas. Títulos que se alejan de las corrientes actuales y de las tendencias para arriesgarse con nuevas mecánicas, gráficos y posibilidades. El último juego de este tipo en llegar es Does Not Commute.
Se trata de un juego de conducción en el que el jugador debe controlar la trayectoria de diferentes tipos de vehículos sobre un mapa predeterminado. Hasta aquí nada nuevo. Lo curioso es su historia y la forma de llevar a cabo esta conducción. Y es que se basa en un continuo de historias que se entrelazan, planteando diferentes alternativas pero en las que el usuario siempre tiene la última palabra.
Así, al iniciar el juego, se plantea un escenario en el que se van presentando uno por uno a quince personajes. Cada uno de ellos está en su vehículo, con un destino claro al que acudir, sea cual sea la motivación que los mueve, aunque ésta también se narra para satisfacer la línea argumental. Es entonces cuando el jugador toma el papel de dicha persona, conduciendo el coche, moto o camión hacia el punto concreto. Eso sí, no hay acelerador ni freno, sólo un par de flechas para controlar la dirección, y varias rotondas y cruces peligrosos que hay que saber sortear con maestría.
Lo difícil llega cuando las historias de los quince personajes confluyen, y es que el jugador debe ser muy disciplinado en la conducción y tener vistas al futuro para evitar saturar la vía. A pesar de controlar un vehículo cada vez, cada historia se suma al escenario, repitiendo el trayecto tomado por el jugador. Algo que acaba provocando toda clase de accidentes y atascos si no se tiene cuidado.
Para dar un toque extra de emoción, el juego plantea un tiempo de 60 segundos para llevar a cabo todas las historias. Eso sí, pudiendo sumar segundos extra al recoger bonus de tiempo en callejuelas, caminos y otros atajos difíciles de tomar. Todo ello teniendo en cuenta que siempre es posible rebobinar si el coche ha chocado y ya no corre tan rápido como al principio, aunque esta acción consume un segundo total del tiempo para completar la historia.
Una jugabilidad que se va repitiendo en diferentes escenarios, desde un pueblo de los años 70 hasta una urbanita ciudad de altos edificios. Todo ello representado de forma muy visual y llamativa, con una perspectiva elevada y con gráficos detallados y resultones. Algo que se apreciar realmente bien al poder ver la repetición de un nivel, controlando varias vistas para ver cómo confluyen todos los personajes de la historia sobre el escenario.
En definitiva, un juego diferente, que puede no resultar tan divertido como cualquier título de conducción, pero que se apoya en divertidas tramas y un planteamiento innovador para formar su atractivo. Además, el juego Does Not Commute es completamente gratis. Está desarrollado tanto para Android como para iOS. Se puede descargar a través de Google Play y App Store.