Ahora que ya se ha terminado con el último trozo de turrón y el polvorón que quedaba al fondo del armario de los dulces, toca ponerse en forma de cara al verano y eliminar los excesos de la época navideña. Algo para lo que las aplicaciones, como viene sucediendo desde hace varios años ya, son muy útiles. Sin embargo, apuntar las calorías, alimentos y ejercicio practicado no resulta una tarea demasiado motivadora. Por ello se ha creado Carrot Hunger. Una curiosa herramienta de salud que busca diferenciarse del resto con métodos un tanto alejados de lo convencional. Algo que puede ayudar al usuario y motivarlo a llevar una vida sana si no quiere ser castigado.
Se trata de una herramienta de salud centrada especialmente en la alimentación. Y es que es capaz de cuantificar calorías ingeridas, tiempo y tipo de ejercicio para quemarlas, control de comidas y recordatorios para no olvidarse nunca de cuándo comer o cuándo realizar ejercicio. Eso sí, todo controlado por una despiadada inteligencia artificial que busca que el usuario cumpla con su cometido para alcanzar la meta propuesta. Para ello se valdrá de animaciones crueles con el avatar que representa el estado y evolución del usuario, sus redes sociales o incluso gritos y comentarios que, con un gran toque de humor, pueden alejarse de lo políticamente correcto.
Basta con que el usuario registre sus datos y planifique un objetivo como el de perder peso. Con esta información Carrot Hunger ya crea un plan, estableciendo varios límites para que el usuario pueda seguir el ritmo necesario para conseguir su meta. Todo ello representado gráficamente con un monigote o avatar que se muestra en la pantalla principal de la aplicación. Desde aquí, el usuario puede ver si con los datos de comida y ejercicio esta representación engorda o adelgaza. Pero hay más.
El usuario debe utilizar la aplicación Carrot Hunger de forma activa, incluyendo la ingesta de alimentos que lleva a cabo para contabilizar las calorías introducidas. Un proceso que se puede llevar a cabo de forma manual, o escaneando los códigos de barras de los alimentos. Algo que agiliza el proceso, siendo necesario sólo indicar la cantidad. También debe marcar cuánto ejercicio realiza. Y es que, al introducir la comida, la aplicación muestra cuánto tiempo corriendo o realizando otro ejercicio debe realizar para quemar esas calorías de más. Cuestiones que, de reflejarse en la aplicación, permiten a esta hacer un completo seguimiento.
Ahora bien. Más vale que el usuario se atenga a los márgenes establecidos. Y es que, si no se hace caso a los recordatorios para comer o practicar ejercicio. O si se introducen datos de comidas superiores a los que debería haber ingerido, la inteligencia artificial de la aplicación, un robot con muy mala leche, es capaz de gritar y llamar de todo al usuario. Y no sólo eso. También se bastará del avatar para representar el engorde y realizar toda clase de torturas a este pobre monigote. Y aún más, es capaz de publicar en nombre del usuario, con mucha ironía y humor, mensajes acerca de su vaguería a la hora de realizar ejercicio, o de su gula en las redes sociales. Cuestiones que buscan la motivación del usuario, aunque de forma poco ortodoxa.
En definitiva, una herramienta con mucho humor y que busca ser un registro motivador de calorías, comida y ejercicio para ayudar al usuario a adelgazar. Todo ello con un aspecto visual atractivo y divertido. El único punto negativo es que está en inglés, por lo que es necesario dominar este idioma si se quiere entender los improperios de la aplicación. Lo bueno es que Carrot Hunger está disponible para iOS de forma gratuita, a través de App Store. Eso sí, con compras integradas.