Con el nuevo año llegan los ajustes de servicios, impuestos y precios a muchos ámbitos de la vida del usuario. Y esta vez también le toca a las aplicaciones. Así lo dice una nueva normativa europea que entrará en vigor el próximo día 1 de enero y por la que los bienes digitales (aplicaciones y software) recibirán un nuevo tipo de gravamen que, en el caso de España, aumentará ligeramente el coste de estas herramientas para smartphones y tabletas. Algo que, en el caso de Apple, será sufragado por los propios usuarios.
Así lo está haciendo saber la propia compañía Apple a los desarrolladores que han creado y publicado aplicaciones y juegos a través de su tienda Apple Store. Mediante un correo electrónico, según el medio Applesfera, Apple está comunicando el cambio del impuesto que se aplica a estos contenidos. Y es que la normativa antes diferenciaba entre los bienes físicos y los digitales, permitiendo gravar a éstos últimos en el lugar de residencia de la compañía. En este caso, Apple lo hacía en Luxemburgo, donde el porcentaje de impuestos es del 15 por ciento. Todo un beneficio fiscal tanto para los usuarios como para la propia Apple.
Sin embargo, a partir de enero la ley de la Unión Europea dice que el gravamen de lo digital también tiene que coincidir con el IVA del país donde se encuentra el comprador. Es decir, el 21 por ciento de IVA en España. Un incremento que Apple no acogerá, ni obligará a hacerlo a los desarrolladores. De hecho, en su correo electrónico informativo, les comunica que todo seguirá igual ya que sus ingresos se calculan sin IVA. Así, el coste del aumento del 15 al 21 por ciento del IVA lo asumirá el propio usuario.
Esto se traduce en un cremento del cinco por ciento en los precios de las aplicaciones de la App Store a partir de enero de 2015. Más concretamente, una aplicación que antes tenía un coste de 0,89 euros, como puede ser WhatsApp, a partir del 2015 subirá a los 0,93 euros. Un aumento que es más notable, como es lógico, en las aplicaciones de mayor coste, como pueden ser los juegos. Así, un título de 4,49 euros aumentaría hasta los 4,72 euros a partir del próximo mes de enero.
Un aumento que, no alertará demasiado a los usuarios de iOS, más aún cuando las estadísticas afirman que son los que más dispuestos están a pagar por una aplicación. Pero que tampoco es plato de buen gusto para ellos. Sobre todo por costumbre. Claro que es necesario cumplir las leyes europeas para proteger los intereses de estos contenidos y sus creadores. Y será un incremento que posiblemente se vea también en Google Play Store y Windows Phone Store, ya que ninguna plataforma está libre de este impuesto.
Por el momento sólo se conoce la información acerca del cambio de gravamen, aunque es posible que Apple tome algún tipo de medida ante este cambio de paradigma. Algo que parece tratar de solventar la evasión de impuestos de las grandes compañías tecnológicas pero que, como suele pasar, será a costa de los propios usuarios.