Los asistentes de búsqueda de las diferentes compañías de tecnología son herramientas útiles, precisas y, en ocasiones, también divertidas. Ya sea para buscar cualquier dato en Internet, pedir que nos cuenten un chiste o incluso para darles órdenes para que realicen tareas sencillas por nosotros, estas herramientas como Google Now, Siri (Apple) y Cortana (Microsoft) están triunfando en los dispositivos móviles. Eso sí, no siempre son todo lo fiables que se desearía.
Lo curioso es que Google Now, a pesar de presentarse como la herramienta más fiable, concreta precisa y con información más abundante, también cuenta con fallos. Así, quien escribe estas líneas, ha podido demostrar que las tarjetas de temperatura pueden engañar, aunque sea puntualmente. Ha sucedido en la localidad de ívila, en Castilla y León, donde el termómetro de Google ha llegado a marcar nada menos que 45 grados a las 16 horas de la tarde. Una cifra que no sólo es irreal, sino que supondría que ívila es la ciudad más calurosa de España en el mes de octubre. Nada más lejos de la realidad.
Se trata de una ciudad situada en el centro de la península, a los pies de la sierra de Gredos, y con cierta fama, más o menos merecida, de ser una localidad bastante fría. De hecho, los termómetros de la calle y los datos de la Agencia Estatal de Meteorología no han superado los 23 grados centígrados sobre las 17 horas. Una temperatura que, por otra parte, resulta más que agradable y suave para esta época del año.
Sin embargo, la tarjeta de información meteorológica de Google no ha cambiado de parecer durante el resto de la tarde, reduciendo sus valores y bajando de esos irreales 43 grados hasta los 28 grados pasadas las seis de la tarde, incluso cuando el sol ya no estaba presente. Una tendencia que hay que achacar a algún tipo de fallo puntual. Y es que la temperatura de otros lugares sí se mantiene acorde en este asistente respecto a los datos de AEMET y a la latitud del lugar. Por ejemplo, Sevilla también coincidía en esos 28 grados a las seis de la tarde con ívila, a pesar de los 500 km de distancia hacia el sur que las separa.
Lo más curioso es que la información pormenorizada de la tarjeta meteorológica de ívila sí ofrecía datos reales de este mismo día 30 de octubre, indicando una temperatura máxima de 21 grados. Sin embargo, atendiendo al valor de la temperatura a lo largo de las horas del día, el mercurio digital seguía marcando datos que incluso rivalizan con los de la estación de verano.
Por tanto, y aunque la tendencia general es de fiabilidad y bastante precisión, nunca está de más utilizar el sentido común a la hora de interpretar los datos que estos asistentes nos brindan. Y es que, a pesar de ser máquinas, también pueden existir los fallos. Después de contactar con Google no hemos conseguido hallar el origen de este fallo, siendo imposible también conocer cuál es la fuente de información oficial del tiempo para Google. Un pequeño fallo que raya la curiosidad y que nos recuerda la importancia de saber interpretar la tecnología más allá de aceptarla como perfecta o absoluta.