Los procesos de compra de las grandes compañías nunca son rápidos ni sencillos. La última prueba que lo demuestra es la mediática compra de la aplicación de mensajería WhatsApp por la compañía de la red social Facebook. Un proceso que se anunció hace nada menos que ocho meses y que se ha cerrado de forma oficial y final el pasado lunes. Y es que el desembolso de tantos millones de dólares y el control de una aplicación que llega a tantos millones de usuarios necesita de ciertas regulaciones.
Es por ello que WhatsApp no se ha podido considerar parte de Facebook hasta ayer mismo, tras la aprobación por parte de la Comisión Europea. Un órgano creado para asegurarse de que no se producen transacciones en busca del monopolio de un servicio que pueda acabar dañando a los usuarios. Según su resolución, tanto WhatsApp como Facebook son compañías con misiones y funciones diferentes, y las alternativas disponibles tanto en redes sociales como en aplicaciones de mensajería permiten que el usuario pueda escoger, sin que esta transacción suponga un peligro para los servicios que se ofrecen.
Algo muy parecido opinó la FTC (Comisión Federal de Comercio) de Estados Unidos, primer órgano en analizar y evaluar los posibles problemas de la adquisición. Un órgano regulador que, en su caso, sí puso el acento sobre la privacidad de los usuarios de WhatsApp. Y es que fue muy claro al recomendar a sus responsables mantenerse en sus líneas argumentales sobre la protección de la información de los usuarios, recomendando que siguiera con su funcionamiento de forma independiente a Facebook. Algo en lo que la Comisión Europea ha decidido no intervenir a pesar de haber sido el órgano más crítico en cuanto al espionaje en casos tan sonados como el de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
Sin embargo, mucho más curioso es el dato del precio final de la adquisición. Y es que, si Facebook anunció el desembolso de nada menos que 19 mil millones de dólares entre dinero y acciones para hacerse con la compañía WhatsApp, parece que el precio final se ha cerrado en 21,8 mil millones de dólares. Un notable incremento debido al precio que las acciones de Facebook han alcanzado en la bolsa durante los últimos meses, que también ha crecido.
Eso sí, de ese dinero Jan Koum, el CEO de WhatsApp, sólo verá un dólar al año. Así, tal como sucede con el propio CEO de Facebook, el conocido Mark Zuckerberg, cuentan con un sueldo simbólico que se compatibiliza, eso sí, con un buen pellizco de acciones de Facebook, donde está el verdadero valor de la compañía.
Ahora sólo queda esperar para ver cómo se desarrollan los acontecimientos, esperando a que ambas compañías, aunque ahora sean una sola, sigan operando de forma independiente como sus responsables han afirmado en varias ocasiones. Sin embargo, no sería raro ver cambios en las políticas o el aprovechamiento de sus recursos para el beneficio de ambas. Algo que sólo el tiempo dirá. Eso sí, observando la rentabilidad de ambas, es muy difícil que WhatsApp pase a ser completamente gratis, por lo que habrá que seguir pagando menos de un euro al año para renovar el servicio.