Un nuevo caso de compras involuntarias o inconscientes con cantidades exorbitantes vuelve a sucederse en el mundo de los smartphones y las aplicaciones. En esta ocasión ha tenido lugar en Bélgica y a través de un iPad, donde un quinceañero ha sumado nada menos que 37.000 euros por las compras integradas de un juego con el que ha estado entreteniéndose durante varios meses. Un monto del que afirma no haber sido consciente en ningún momento.
La situación es algo compleja, aunque más habitual de lo que pueda parecer. La madre del adolescente había solicitado durante las vacaciones que configurase el iPad para poder comprar y leer libros electrónicos. Para ello introdujeron los datos bancarios del abuelo, aunque asociándolos a la cuenta de iTunes del chaval. La conclusión es una barra libre de dinero del abuelo utilizada en un sencillo pero adictivo juego de estrategia de estilo romano.
El título en cuestión es Game of War: Fire Age, en el que se propone al jugador construir una ciudad y un ejército con el que defenderla y asediar otras. Un juego de estrategia que cuenta con varias compras integradas con las que comprar oro para acelerar las construcciones, adquirir más rápidamente otros elementos o incluso jugar en el casino de la ciudad. Actividades que, al parecer, el chico de este caso realizó en incontables ocasiones con total libertad, realizando los cargos a la cuenta del abuelo.
Según el medio belga que se ha hecho eco de la noticia, el adolescente no fue consciente en ningún momento de las transacciones reales que llevaba a cabo durante sus partidas, y mucho menos de la cantidad total acumulada. Tampoco lo era su madre, quien afirma que su hijo siempre ha jugado a videojuegos como sus otros hermanos, sin producir esta clase de gastos. De quien no se han obtenido declaraciones es de la verdadera víctima, el abuelo.
Este caso sorprende después de que varios organismos como la Comisión Europea recomendaran tanto a Google como a Apple mejorar sus medidas de protección a la hora de utilizar datos bancarios para comprar aplicaciones o elementos dentro de éstas. Algo que fue propiciado por diferentes demandas de padres afectados por compras involuntarias de sus hijos y que, en varios casos, consiguieron el reembolso de los costes provocados.
Pero también sorprende porque, a raíz de todos estos casos, las últimas versiones de iOS, el sistema operativo de los productos de Apple, ya cuenta con varias medidas de seguridad. Una de ellas es introducir una contraseña de compra. La otra es que iOS impedía las compras repetidas una vez pasasen 15 minutos tras la última introducción de la contraseña. Cuestiones que Google también ha estado mejorando al indicar recientemente el precio de los contenidos que se pueden adquirir a través de las compras integradas, o habilitando la posibilidad de solicitar siempre una contraseña.
Claro está que si la contraseña es cedida por el responsable de la tarjeta o cuenta bancaria, poco más se puede hacer. De momento no se sabe si esta familia solicitará el rembolso de los 37.000 euros gastados.