Diseños, entretenimiento, el móvil más fino… A veces nos olvidamos de que el fin primordial de la tecnología es facilitar la vida a las personas. Por suerte, a veces surgen propuestas como KNFB Reader, que pueden suponer un verdadero cambio en el día a día de una persona invidente. Esta app, disponible de momento para iPhone e iPad, utiliza la cámara del dispositivo para reconocer los textos impresos de folletos, menús o carteles. Después, utiliza la voz para que el usuario sepa de que se trata. Un concepto que parece sencillo pero que lleva detrás cuatro décadas de investigación. La app KNFB Reader está disponible para iOS (debería llegar en los próximos meses a Android) por 100 dólares.
KNFB Reader se vale de la cámara del móvil para realizar una foto de un texto escrito (ya sea un cartel, un folleto o un menú de un restaurante) y analizarlo de manera casi instantánea. Después, la app comienza a leer el contenido escrito para que la persona invidente pueda interactuar con los objetos cotidianos que le rodean. Según las pruebas realizadas por los propios usuarios, el nivel de precisión de esta app es muy grande, lo que supone un gran paso en su independencia y en la comodidad a la hora de utilizar objetos cotidianos. Y es que esta tecnología puede ahorrar muchos quebraderos de cabeza cuando se come en un restaurante, al hacer la compra o al leer todo tipo de textos impresos.
Otra de las características clave de esta app es que tiene un visor de ayuda para centrar la imagen en el texto que se está queriendo fotografiar y un estabilizador para no tener que repetir más veces la foto. Además, está preparado tanto para leer texto en una sola columna como para leer textos que se distribuyan a lo largo de varias columnas. La gran noticia para los usuarios españoles es que KNFB Reader no solo está disponible en inglés, sino que también es capaz de reconocer otros idiomas como el español, el francés o el alemán (entre otros).
Esta aplicación móvil es el resultado de cuatro décadas de investigación por parte de Ray Kurzweil, un veterano empleado de Google y científico experto en inteligencia artificial, en colaboración con la Federación Nacional de Ciegos. Para dar una idea del avance que ha experimentado desde entonces esta tecnología, el primer prototipo presentado por Kurzweil tenía el tamaño de una lavadora y costaba 50.000 dólares. En los últimos años se consiguió mejorar esta tecnología de forma que se pudiera usar con una cámara y un móvil Nokia… con un precio de 1.000 dólares. Sin duda, conseguir que esta tecnología ya está disponible en forma de app es un paso muy grande que facilitará mucho su uso a nivel masivo. De momento, esta app está disponible sólo para iOS por 100 dólares. No obstante, se tiene previsto extender esta app a la plataforma Android en los próximos meses e incluso llevarla a las Google Glass. Este paso tiene sentido porque las gafas se manejan con la cabeza y podrían ser una forma todavía más natural de interactuar con los objetos.