Las redes sociales son mucho más que un entorno donde conocer personas, compartir contenidos y pasar un tiempo entretenido. Y es que siempre existe una visión comercial cuando los usuarios acuden en masa a un lugar. Algo que sucede inevitablemente en aplicaciones como Vine e Instagram. Y es que ¿cómo no va a existir negocio alrededor del contenido que pueden llegar a ver fácilmente varios millones de personas al día? Un negocio que va más allá de los habituales anuncios publicitarios de las marcas.
Tras el surgimiento de estas comunidades sociales se necesita poco tiempo para que algunas figuras consigan destacar. Ya sea por el formato de sus fotografías o vídeos, por su naturalidad o por ese punto que es difícil de reproducir, logran grandes números de seguidores y una lustrosa notoriedad. Son los considerados celebrieties o famosos de estas redes sociales, aunque se les da el nombre de influencers. Pero no solo llaman la atención de otros usuarios de las redes sociales, sino también de las marcas.
Y es que éstas, además de contar con sus propias cuentas en Vine e Instagram promocionando productos y creando una imagen amigable, también tienen relaciones comerciales con las celebridades de las redes sociales. Un trámite del que se encargan agencias de publicidad que median entre las marcas y estas personas que disponen de un gran número de seguidores. La plataforma perfecta para hacer llegar mensajes comerciales sin que lo parezcan a un gran número de personas encantadas de ver los contenidos de ese influencer o celebridad.
Según el web Digiday, algunas marcas están dispuestas a pagar desde 500 hasta 40.000 dólares en la red social Vine. Una plataforma donde los usuarios pueden publicar toda clase de vídeos con una duración máxima de seis segundos. Muchos más breves incluso que los anuncios publicitarios al uso. Por su parte, algunas celebridades de la red social de fotografía Instagram han llegado a cobrar hasta 10.000 dólares por publicar una imagen en su perfil vistiendo un diseño o portando un objeto de una marca determinada. Eso sí, entendiendo que estas celebridades poseen cuentas con varios millones de seguidores.
InstaBrand, una de estas empresas de publicidad que ponen en relación a marcas y creadores de contenido de estas redes sociales, consigue un diez por ciento del dinero del acuerdo, suficiente para mantener un negocio que parece estar en alza, tal y como el éxito de estas mismas redes sociales. Y es que además de marcas y productos, parece que las aplicaciones o los anuncios de éstas también tienen su cabida en Vine e Instagram, siendo una tendencia actual para conseguir mayor visibilidad y, por ende, más descargas.
Pero ¿qué red social es más rentable para este negocio? A pesar de los números, en los que Instagram consigue tres veces más visitas que Vine, 71 millones frente a 25,7 millones al día, es la herramienta de vídeos la que más inversiones o dinero está consiguiendo. O al menos sus influencers, que ponen precios más altos. Y es que parece que la viralidad de estos vídeos de seis segundos es mucho mayor gracias a la opción de revinear o compartir los contenidos, además de exigir un toque de creatividad extra que parece no estar tan valorado como en Instagram.
