color switch

Un fondo negro, una pelota saltarina y muchos colores. Bueno, eso y mucho ingenio es lo que encontramos en Color Switch, un juego para móviles que ha conseguido escalar posiciones en las listas de descargas gracias a lo sencillo de su diseño y a lo complejo de su mecánica. Y es que, aunque simple, requiere de mucha técnica por parte del jugador para conseguir colar la pelota por los colores correspondientes. Algo que obligará a repetir una y otra vez un mismo nivel. Sin embargo, ahí­ es donde reside lo adictivo de este tí­tulo.

Se trata de un juego de habilidad de lo más curioso. Basta con hacer botar una pelota cada vez más alto y superar todos los obstáculos que se encuentran por el camino. Lo complejo es que dichos obstáculos son de diferentes colores, y la pelota solo puede atravesar aquellos con los que coincide en tono. Algo que obliga al jugador a medir los tiempos, calcular los botes y recoger las diferentes fichas del escenario que hacen cambiar de color a la pelota.

color switch

En Color Switch encontramos un modo principal de juego sin fin. En él solo hay que hacer botar la pelota más y más alto para sumar la mayor cantidad de puntos posible, siempre evitando los mencionados obstáculos. Sin embargo, el tí­tulo destaca por su gran colección de modos de juego. Variaciones de esta misma mecánica de lo más inteligentes y llamativas y que, en estos casos, sí­ están divididos en niveles con fin.

En estos modos de juego es posible encontrar una larga serie de niveles donde la pelota se divide al pulsar sobre la pantalla, o en los que debe seguir una lí­nea trazada evitando toda clase de peligros que le persiguen, sin chocar contra el resto de obstáculos. También encontramos modos de juego que ponen la partida boca abajo, debiendo hacer bajar la pelota en vez de subirla. Incluso modificaciones más radicales como aquellos modos en los que utilizamos la pelota para destruir bolas del color correspondiente en cada caso. Cuestiones que alargan notablemente la vida de este tí­tulo sin resultar repetitivo o aburrido.

Eso sí­, siempre siguiendo el mismo esquema de juego: pulsar la pantalla para hacer botar la pelota y que no caiga, y hacerla pasar por los obstáculos siempre y cuando coincidan en color. Además, los usuarios expertos podrán esforzarse en recoger las estrellas que aparecen durante las diferentes partidas para sumar más puntos y escalar puestos de los ranking del juego. Tampoco hay que olvidarse de los potenciadores que cambian el color de la pelota, y que serán de ayuda en muchas ocasiones, pero también un verdadero estorbo ya que en muchos modos de juego es obligatorio toparse con ellos.

En definitiva, un juego que engancha desde el primer momento. Y es que hay muchas variaciones como para que cada jugador no encuentre su estilo. Además cabe destacar su animado apartado sonoro, que acompaña a la perfección con la estética del tí­tulo. Todo ello con una filosofí­a y resolución muy sencillas, pero con una técnica compleja. Pero lo mejor es que el Color Switch es gratuito. Se puede descargar desde Google Play y App Store sin coste alguno. Eso sí­, cuenta con compras integradas para poder continuar los niveles allá donde el usuario falló, evitando empezar desde el principio cada vez.