despedida tras desintalar xora

Las aplicaciones han sido creadas para facilitar el dí­a a dí­a del usuario. Además, existen multitud de herramientas útiles para el ámbito empresarial, como aquellas que permiten la gestión del equipo de trabajadores. Es lo que propone la aplicación Xora (ahora conocida como Click Software), con la que un gestor puede saber la ubicación de sus trabajadores, sus trayectos, el tiempo invertido realizando trabajos y otros detalles de gestión de lo más productivos. Pero ¿dónde empieza y dónde acaba el poder de gestión y la privacidad del trabajador?

Esto es lo que se plantea la ex trabajadora Myrna Arias, quien fue despedida tras desinstalar esta aplicación de su móvil de empresa al descubrir las capacidades para espiar o, al menos, la falta de defensa de su privacidad. Y es que, además de monitorizar el trabajo diario, la aplicación seguí­a registrando su actividad durante el fin de semana, a pesar de ser momentos en los que no trabajaba. Cuestiones que le llevaron a realizar tal acción y su consecuente despido.

despedida tras desinstalar xora

La aplicación Xora cuenta con varias opciones de gestión como el de las horas de trabajo, desactivando sus caracterí­sticas una vez que se ha acabado la jornada. Sin embargo, la herramienta seguí­a monitorizando la ubicación. Es por ello que, tras ser despedida, la ex trabajadora ha decidido emprender medidas legales contra la empresa por la violación de su privacidad y de otras cuestiones relacionadas con la intimidad, exigiendo el cobro de 500.000 dólares por ello.

¿Se ha excedido la empresa desarrolladora de Xora al crear una aplicación que monitoriza a todas horas al trabajador aunque haya acabado su jornada? ¿Se ha excedido la empresa al despedir a la trabajadora por no querer sentirse vigilada? ¿Se ha excedido la propia trabajadora al desinstalar la herramienta de gestión de la empresa? Son cuestiones que finalmente un juez decidirá, pero que hace plantearse diferentes preguntas acerca de la ética, la moral y la utilidad de las aplicaciones y la tecnologí­a móvil.

Y es que no todo vale en post de la productividad y eficiencia. Más aún cuando se trata de la vida de personas. Pero ¿hasta qué punto se está dispuesto a ceder en cuanto a privacidad por el bien de la empresa? Desde luego las herramientas de gestión son útiles y completas, pudiendo conocer la velocidad a la que conducen los trabajadores, el tiempo que invierten en sus servicios cuando tienen que atender en domicilios particulares y ofreciendo datos y soporte técnico completo. Pero son personas quienes llevan a cabo estos servicios. Personas que a veces tienen que parar para ir al baño, que no funcionan como autómatas y que no realizan un mismo trabajo de la misma forma en dos dí­as diferentes.

En definitiva, un caso curioso que podrí­a ser el primero de muchos. Siempre teniendo en cuenta que el propio usuario defienda su privacidad en vez de lanzarla a todo el que quiera saber de ella a través de las redes sociales. Un tema complejo que hará reflexionar a más de uno.