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La mensajerí­a está de moda. Sin embargo parece que hay poco que hacer ante la hegemónica aplicación WhatsApp, que sigue alzándose en conjunto como la herramienta más utilizada en todo el mundo. Pero ¿no se echan en falta algunas funciones y caracterí­sticas que completen esta aplicación tan extendida? Tras las crí­ticas sobre la falta de seguridad o privacidad de esta herramienta, muchas otras aplicaciones han tratado de satisfacer estas demandas de los usuarios. Un buen ejemplo es Telegram, que presenta todos los puntos fuertes que se echan de menos en WhatsApp.

Se trata de una aplicación de mensajerí­a que bebe directamente del servicio de WhatsApp. Al menos en cuanto a la parte conceptual. Y es que recoge el número de teléfono del usuario para crear una cuenta y poder cotejar el dato con la agenda de contactos para encontrar otros usuarios con los que hablar. Todo ello de forma gratuita y extremadamente simple. Hasta aquí­ nada nuevo. Sin embargo Telegram se guarda varios ases bajo la manga como la posibilidad de crear chats privados con más seguridad que las conversaciones de WhatsApp.

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Tras introducir el número de teléfono y recibir el mensaje SMS de confirmación el usuario ya tiene acceso a la aplicación. Sin necesidad de otro tipo de suscripciones, ni pagos mensuales ni anuales, ni siquiera publicidad. A partir de aquí­ sólo hay que iniciar una nueva conversación con el icono del bocadillo en la parte superior derecha de la pantalla. El cual recuerda inevitablemente al de WhatsApp. Si existen contactos de la agenda telefónica que usen Telegram aparecen en pantalla para escoger al deseado y comenzar a hablar. Las pantallas de chats también se representan por bocadillos, y cuentan con la posibilidad de adjuntar imágenes, ví­deos y los ya clásicos emoticonos de estilo Emoji. Todo ello de forma my rápida y directa.

Pero Telegram también permite conversaciones en grupo. Aunque de una forma más masificada si se desea. Tanto es así­ que es posible crear conversaciones de hasta 100 participantes. Un verdadero gallinero pero que puede resultar útil para transmitir una información de interés general. Además, sus lí­mites a la hora de compartir archivos son bastante más amplios que en WhatsApp. Por ejemplo, da la posibilidad al usuario de enviar un ví­deo de hasta 1 GB de peso. Junto a ello no limita en ningún momento el número de imágenes o fotografí­as que se pueden enviar de una vez en una conversación. Cuestiones que quedan almacenadas en la nube para poder continuar la conversación desde el último punto pero a través de cualquier otro dispositivo con la cuenta de usuario.

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Sin embargo, el punto extra que más destaca de Telegram es su privacidad. Y es que cuenta con salas de chats privadas que cambian las reglas del juego de la mensajerí­a habitual. En este caso tomando el concepto de la mediática aplicación Snapchat, permite crear un entorno seguro que cifra la información compartida y que en ningún momento queda almacenada en la red para ser duplicada. Además da la opción de borrar los datos compartidos de ambos terminales una vez pasado un tiempo determinado.

En definitiva, una aplicación que promete satisfacer todas las carencias de las que más adolecen los usuarios de WhatsApp. Siempre apostando por la rapidez, privacidad y fiabilidad. Por el momento Telegram sólo está disponible en Android y iPhone. Lo bueno es que es completamente gratis. Se puede descargar desde Google Play y App Store.