Cómo y por qué actualizar las aplicaciones de un móvil o tableta Android

De vez en cuando, los usuarios de terminales con sistema operativo Android se encuentran con notificaciones en la parte superior izquierda de la pantalla que anuncian una nueva actualización disponible. Pero ¿qué es esto? Y ¿por qué aparece? Se trata de una cuestión relacionada con las aplicaciones instaladas en el dispositivo. Un aviso para informar de que existen mejoras, correcciones de errores y otras cuestiones que pueden renovar de arriba abajo o ampliar las posibilidades de una aplicación.

Y es que las actualizaciones son el medio que tienen los desarrolladores de aplicaciones, los creadores de éstas, para mejorarlas y ofrecer nuevas opciones a los usuarios que las usan. Ya sea introducir un nuevo aspecto que cambie por completo la imagen de la aplicación, como ha sucedido recientemente con WhatsApp para Android, o la introducción de funciones totalmente nuevas como la posibilidad de escuchar noticias a demás de leerlas en Google Currents. Novedades que llegan gracias a las actualizaciones.

Lo más sensato en la mayorí­a de los casos es actualizar siempre las aplicaciones que están instaladas en el dispositivo. Y es que, en multitud de ocasiones no sólo se añaden mejoras y funciones, sino también correcciones de fallos encontrados en versiones antiguas y nuevas medidas de seguridad para evitar el robo de datos o cualquier otro problema de esta í­ndole.

Así­, cuando hay una nueva actualización disponible aparece dicha notificación en la barra de notificaciones. Algo que ha evolucionado a partir de la versión 4.0 de Android, informando en este mismo espacio de la aplicación concreta para la que existe una nueva versión. De este modo, es posible pinchar sobre la misma notificación para acceder a la página de descarga de Google Play de esa aplicación. Pero, si se ha perdido dicha notificación, o se quiere ver las las actualizaciones disponibles que hay, tan sólo hay que entrar en Google Play, pulsar el botón Menú y después seleccionar Mis aplicaciones.

Esto muestra el listado de aplicaciones instaladas en el dispositivo. Y, en la cabeza de la lista, si es el caso, aparecen aquellas que cuentan con una actualización disponible. También puede darse el caso de actualizaciones que necesiten la interacción manual del usuario. Casos en los que se modifican los permisos que hasta ahora utilizaba dicha aplicación y que cambian o se amplí­an con la actualización. Desde esta misma pantalla, además es posible pulsar el botón Actualizar todas para evitar repetir el proceso una por una.

La actualización requiere el mismo proceso que la descarga. De hecho, se trata de descargar una parte nueva para la aplicación que ya está instalada. Así­, sólo hay que pulsar el botón Actualizar para que dicho proceso comience, pudiendo llevar varios minutos y el consumo de una cantidad de datos de internet variable, según cada caso. Por tanto, es recomendable realizar las actualizaciones mediante una conexión WiFi, agilizando el proceso y pudiendo despreocuparse sobre el consumo de la tarifa de datos.

Por último, hay que tener en cuenta otras cuestiones. En la propia página de descarga de cada aplicación existe una opción muy útil para los usuarios que quieran despreocuparse sobre la actualización. Y es que, al marcar Actualizaciones automáticas, se da permiso para que dicha aplicación instale su nueva versión sin necesidad de que intervenga el usuario. Además, desde el menú Ajustes de Google Play es posible configurar que las actualizaciones se lleven a cabo sólo mediante una conexión WiFi, evitando sustos si se elije la opción de Actualizaciones Automáticas y se acaba con el lí­mite de datos de la tarifa de Internet móvil.

Como recomendación, siempre es importante e interesante conocer qué novedades se instalan en el dispositivo. Así­, la mayorí­a de las aplicaciones ofrecen en su página de descarga una sección con las mejoras, correcciones o cuestiones en general que se incluirán tras la actualización. Una buena forma de no llevarse sorpresas al entrar en la aplicación y ver que ha cambiado de aspecto o que cierta función ha desaparecido.