Una de las redes sociales más populares de los últimos tiempos, Instagram, está sufriendo cambios constantemente, acomodándose para optimizar de manera más efectiva el aluvión de usuarios con los que cuesta y que crecen exponencialmente cada día. Para monetizar los usuarios, nada mejor, claro, que incluir contenido patrocinado dentro de la misma aplicación. Y si primero podíamos ver imágenes publicitarias entre las fotos de los usuarios a los que seguíamos, ahora le toca el turno a las Historias de Instagram, que también tendrán anuncios. Ninguna parcela quedará libre de publicidad en la red social de fotografías más usada del mundo.
Un movimiento, este, que no ha pillado a nadie por sorpresa, teniendo en cuenta que ya son más de 150 millones de personas las que, cada día, comparten sus vivencias a través de esta característica de Instagram, creada solo hace 5 meses y tan polémica en su día por ser, prácticamente, un calco de lo que ya ofrecía Snapchat. De momento, esta fase se encuentra en pruebas y son pocas las empresas a las que se les ha facilitado la inserción de anuncios, tan solo 30 (de momento Nike, Netflix y AirBnB), un número muy poco numeroso que, de seguro, aumentará, una vez se libere esta nueva característica, en próximas actualizaciones.
Los anuncios dentro de las Historias de Instagram serán, no obstante, muy poco intrusivos y no sacarán demasiado de quicio a aquel que sea enemigo acérrimo de los contenidos publicitarios: irían tras un número considerable de historias y siempre entre éstas, no cortarían las Historias de un mismo usuario. Además, los anuncios podríamos saltarlos sin ninguna dificultad, un detalle muy considerado por parte de Instagram, que sigue asegurando, así, una navegación cómoda y sin demasiados sobresaltos.
Siguiendo la estela de negocio de los anuncios en las Historias, Instagram dará la posibilidad, a los usuarios con perfil de empresa o negocio, hacer un seguimiento de las Historias de su cuenta, midiendo su alcance y las impresiones y respuestas obtenidas por cada una de ellas. Instagram ha dado con las Historias con un mundo de posibilidades económicas y que, a día de hoy, parece estar explotando de forma más efectiva que Snapchat.
Nada fue lo mismo para Instagram desde que Facebook decidió comprarla, el 9 de abril de hace ya cinco años, por la cantidad nada despreciable de 1.000 millones de dólares (unos 952 millones de euros… Casi nada). Desde aquel momento, todo han sido felicitaciones para una red social que usan, cada día, más de mil millones de personas en todo el mundo (datos de mayo de 2016). Si bien es cierto que, parte de este éxito se debe, sin duda, al aprovechamiento de características propias de otras aplicaciones similares (Snapchat estuvo a punto de ser comprada, también, por Facebook… pero aquellos, a última hora, rechazaron la oferta), no deja de ser menos cierto que Instagram sabe orientar su producto hacia el campo profesional, como acabamos de ver con las inclusiones de anuncios en las Historias, un movimiento que no agradará a muchos pero que, al fin y al cabo, es signo de los tiempos que nos ha tocado vivir.