Los enfrentamientos de Clash Royale están lejos de ser amistosos. Y es que jugarse el puesto del ranking es algo muy importante. Por no hablar de los recursos que se pueden conseguir si se gana, o el prestigio ante el resto del clan y los posibles espectadores. Por ello, los jugadores más acérrimos están utilizando diferentes tácticas con las que conseguir la victoria, aunque sean jugarretas de dudosa moral. ¿Quieres saber de qué se trata?
Hablamos, ni más ni menos, que de despistar al rival. Y es que no solo los combos de cartas y las acciones rápidas en el escenario de juego pueden ser clave para ganar una partida. Evitar que el otro se fije en la jugada que se va a llevar a cabo es básico para sacar la máxima ventaja posible, y las reacciones sirven a esta causa mejor que ninguna otra estrategia.
Sí, nos referimos a esas simpáticas tarjetas con expresiones que pueden lanzarse durante la partida a modo de reacción ante diferentes situaciones, o incluso para mostrar los intereses del propio jugador, felicitando al contrario o incitándolo a la batalla. Elementos que están creados para interactuar de forma sencilla entre los jugadores, sin que importe el idioma materno de cada uno. Los mensajes son claros y se muestran en la lengua de cada uno, y las expresiones no pueden llevar a error gracias a la sencillez de los dibujos. Ahora bien, su uso está causando verdaderos estragos en algunas partidas.
Tanto es así que los responsables de Clash Royale, Supercell, han recibido numerosas peticiones para poder silenciar o dejar de mostrar estas reacciones. Y es que, la malicia con la que actúan muchos jugadores de todo el mundo está despistando a los contrarios. Unos cuantos segundos que pueden significar hacerse con la victoria, o que simplemente están elevando las cotas de rabia de aquellos jugadores con menos paciencia y peor perder. Eso sí, Supercell ha asegurado en su blog oficial que, precisamente por levantar pasiones y odios, y por recordar que se juega contra personas y no contra máquinas, con todo lo que ello conlleva, las reacciones seguirán presentes y sin posibilidad de acallarlas en el futuro.
Así que ¿por qué no aprovecharse de esta característica y su impunidad ante sus responsables? Para ello solo hay que entablar combate y pulsar sobre el icono de la parte inferior izquierda donde aparecen los tres puntos suspensivos. Un bocadillo tipo cómic que despliega sobre las cartas diferentes expresiones en forma de pegatina, y varias frases preconcebidas para ser traducidas fácilmente a cada idioma. Una sencilla pulsación sobre cualquiera de estos elementos hace que, en la pantalla del enemigo, se muestre sobre nuestra propia torre.
Pues bien, con esto en mente, solo hay que planear cómo llamar la atención o desquiciar al contrario. Para ello es posible utilizar constantemente la expresión de risa, menospreciando cualquiera de los movimientos y decisiones del enemigo hasta hacerlo dudar, o lanzar toda clase de expresiones sin coordinación ni lógica ninguna, consiguiendo desconcentrar al otro mientras nosotros lanzamos la ofensiva. También es posible utilizar las frases hechas para conseguir despistar al contrincante mientras las lee. Cuestiones que nos ceden varias décimas de segundo para lanzar ataques, conseguir tiempo para plantear una defensa, o simplemente desquiciar al contrario.
Eso sí, el abuso de esta técnica acaba creando tolerancia en el contrario, por lo que lo más inteligente es utilizarla solo en momentos puntuales.
