Desde su lanzamiento, el servicio de Google Fotos ha llamado la atención de medios especializados y usuarios a partes iguales. Y es que parece haber plateado la solución definitiva al problema de los smartphones y las fotografías en la actualidad: una nube de espacio ilimitado y sin ningún coste. Eso sí, teniendo en cuenta algunos límites que, por el momento, no suponen ninguna diferencia visual entre las fotos comprimidas y la que no lo están para no superar dichas barreras. Todo ello acompañado de algunas funciones tan interesantes como la creación automática de animaciones o collages, o la organización inteligente de fotos. Pero es precisamente en esta última característica donde el servicio ha metido la pata de la peor forma posible.
Y es que, hasta ahora casi todo eran alabanzas respecto al servicio, hasta que un usuario se ha quejado en la red social Twitter por un importante error: ha etiquetado una foto en la que salen dos personas de raza negra (el propio usuario y su novia) en la categoría Gorilas, dentro de animales. Un fallo garrafal que puede tener muchas connotaciones racistas y que ha levantado unas cuantas ampollas tanto en las redes sociales como dentro de la propia Google.
Tras la queja del joven en Twitter, mencionando directamente a Google para pedir explicaciones al respecto, uno de los ingenieros responsables del servicio no tardó en contestar pidiendo disculpas y aceptando el error, tratando de no entrar en discusiones acerca del cómo o el porqué del asunto.
Según Google, lamentan este suceso y ya trabajan en la mejora del sistema de etiquetado de Google Fotos. Hasta la fecha, el servicio analiza las imágenes subidas a esta nube para saber qué aparece en las fotografías. Una función bastante acertada hasta la fecha, capaz de detectar rascacielos, lagos, diferenciar entre animales, identificar las fotos de comida, las fotos de paisajes, y un larguísimo etcétera. Sí es cierto que aún cuenta con fallos como confundir, en ocasiones, perros con caballos, o no identificar correctamente algunos elementos que parecen claros, sorprendiendo en otras fotos por su porcentaje de acierto. Pero nunca había confundido a personas con simios. Y menos aun cuando está por medio el tema de la raza y el color de piel.
Al parecer, el servicio aún necesita algunas mejoras, por lo que Google ha eliminado la etiqueta Gorilas para evitar que este problema se vuelva a repetir. Además, afirman estar mejorando su algoritmo para que el análisis y etiquetado sea más preciso. Sin embargo su sistema es inteligente, y aprende analizando nuevas fotos, por lo que mejorará con el tiempo cuantos más usuarios lo utilicen.
Son los problemas habituales de dejar una máquina al cargo, sin la capacidad de raciocinio de una persona. De momento parece que el problema ha quedado en una fea anécdota, tomando medidas de forma inmediata y tratando de relajar el tono respecto al problema del racismo. Desde luego no es el primer problema de este tipo que sucede. Otros programas y software de reconocimiento han recaído en cuestiones similares al no reconocer correctamente el tono de piel de los usuarios, o al identificar de forma errónea la luz e iluminación de una fotografía.
