La aplicación de transporte Uber finalmente se topa de lleno con la justicia española y sale perdiendo. Así, el juez de lo Mercantil número 2 de Madrid ha ordenado la cesación y prohibición de Uber y todas las variables de su servicio en el territorio español. Una medida cautelar, eso sí, que quiere evitar la práctica de esta aplicación y servicio por incurrir en “competencia desleal” de cara al gremio de los taxistas. Una medida que se esperaba tras las protestas de éstos y después de los expedientes sancionadores que se han abierto en su contra durante los meses que lleva operando en España.
El auto del juez deja claro que la razón principal de esta prohibición y cese es que los conductores contratados por Uber o que, según este servicio, trabajan con ellos, no cuentan con las autorizaciones legales y los papeles exigidos por la ley. Por tanto, al ir en contra de la propia ley de transporte de viajeros se incurre automáticamente en una competencia desleal para con aquellos que sí cumplen estos requisitos. Una medida solicitada por el gremio de taxistas pero que bien podría no ser el fin de Uber en España.
Y es que, a pesar de lo rotundo del auto de este juez de lo Mercantil número 2, aún cabe la respuesta y apelación por parte de Uber en los próximos 15 días. Claro que, mientras tanto, y en un pazo de tres días, el servicio deberá depositar un importe por tiempo indefinido de 10.000 euros. Además, el juez prohíbe la utilización de cualquier otra aplicación o soporte para prestar cualquiera de sus servicios de pasajeros en España. Junto a ello, el auto pide a los prestadores de servicio de información en el Registro de los Operadores de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones que dejen de almacenar y transmitir los datos de este servicio. Algo que haría inviable el funcionamiento a través de Internet de Uber.
Sin duda, un duro golpe para Uber, quien viene tiempo afirmando que su crecimiento en Barcelona y Madrid, dos de las tres ciudades españolas en las que opera junto con Valencia (desde este pasado octubre), está siendo exponencial, con una gran acogida por parte de conductores que quieren trabajar con ellos y por parte de usuarios dispuestos a utilizar este servicio con tal de ahorrar varios euros en sus desplazamientos. Una empresa que, para este juez de Madrid, opera desde un paraíso fiscal en Delaware, Estados Unidos.
Una decisión que se suma a la de otros países que están vetando y obligando a cesar su servicio a la compañía Uber, como es el reciente caso de la India. Ahora queda ver si Uber acata realmente la medida o, como hasta ahora, busca la forma de eludir las leyes una vez más. Claro que, en esta ocasión, les va a resultar difícil si sus conexiones a Internet y su servicio se ven realmente interrumpidos por esta decisión judicial.
Actualización:
Por su parte, Uber ha declarado que “se trata de un procedimiento judicial comercial altamente inusual y una decisión cautelar presentada contra nosotros y requerida por una asociación de taxis de Madrid.” Y añade que se ceñirá a la ley española. Claro que también afirma estar trabajando en una «apelación a este repentino e inusual procedimiento”. Un movimiento que era de esperar por parte de este servicio, y que decidirá en las próximas semanas qué sucede con la aplicación.
