ironkill

Poco importa el argumento de los videojuegos cuando consiguen cumplir con su cometido: entretener y hacer que el tiempo vuele. Y es que las luchas de robots es algo ya muy visto en este ámbito y en el cine. Algo que por supuesto conoce el equipo que desarrolló los juegos oficiales de la pelí­cula Real Steel (Acero Puro en España), que ahora se han independizado, creado su propio estudio y dado a luz un nuevo juego. Cómo no, de robots. Se llama IronKill: Robot Fighting Game, y a pesar de lo burdo de su argumento resulta un tí­tulo entretenido y casi adictivo gracias a su sistema de progresión.

El tí­tulo pone al jugador a los mandos de un robot controlado por control remoto en entorno postapocalí­ptico. Y es que La Tierra está en las últimas, con unos cuantos humanos refugiados que hacen luchar a sus robots como modo de entretenimiento. Así­, el jugador adopta a Sumoist, un robot con el que comenzar esta aventura y que dará paso a otros tantos, a cada cual más salvaje, devastador y efectivo a la hora de luchar contra otros robots.

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El tí­tulo está dividido en niveles por combates. Así­, la idea es superar uno a uno diferentes contrincantes y seguir el viaje por diferentes continentes y lugares, encontrando siempre una dificultad creciente. Y es que las cosas no son fáciles en este planeta semidestruido. Es por ello que se hace necesario mejorar el aspecto y sobre todo las caracterí­sticas de combate del robot que se controla, pudiendo mejorar sus ataques, defensas y adquirir toda clase de complementos. Elementos que cuestan un dinero, claro está, pero que es posible obtener ganando batallas.

Además, según se vaya avanzando por la historia, es posible desbloquear muchos otros elementos, armas e incluso nuevos robots. Eso sí­, éstos últimos tienen un precio más alto. Lo bueno es que ayudarán al usuario a planear la mejor estrategia contra ese enemigo que se resiste, ya que cada uno tiene sus puntos fuertes y débiles. De hecho, cada nuevo robot adquirido cuenta con un ataque especial que ayuda el jugador en los momentos crí­ticos, ya sea aturdiendo al adversario, potenciando sus ataques o mejorando su resistencia, entre otras opciones. Cuestiones que exigen comparar e invertir con cabeza el dinero ganado en los combates.

La jugabilidad de IronKill es muy sencilla, basada principalmente en tres botones que aparecen en pantalla. El azul lanza un ataque rápido pero débil, el rojo uno fuerte pero lento, y la barra permite bloquear. Bajo esta sencilla premisa hay que acabar con los contrincantes, sin olvidarse del ataque especial en esos momentos crí­ticos. Además, este juego tiene un aspecto social que permite conocer en qué etapa se encuentran los amigos de Facebook si se inicia los datos de usuario.

En definitiva, un tí­tulo divertido que llega a enganchar por su sistema de evolución y dificultad, además de por su sencilla mecánica. Todo ello con gráficos robustos que si bien no llegan a sorprender, suponen un aliciente para aquellos que buscan un juego elaborado. Pero lo mejor es que IronKill está disponible gratis tanto para Android como para iOS. Se puede descargar a través de Google Play y App Store. Eso sí­, cuenta con compras integradas para hacerse de forma rápida con monedas para mejorar a los robots.