La posibilidad de creación y originalidad de los desarrolladores independientes están ofreciendo a los usuarios móviles una colección de juegos de lo más variada. Ya sean títulos con gráficos sorprendentes, con una jugabilidad endiabladamente difícil o con más simpleza que el mecanismo de un botijo, es posible elegir a gusto del consumidor. Un buen ejemplo de creación de un juego por el mero hecho de poder hacerlo es el de Switch.
Se trata de un título realmente complicado pero de lo más adictivo. Lo curioso es que su creador, Laurent Victorino, se dedica a la creación de juegos triple AAA. O lo que es lo mismo, videojuegos de gran calidad y producción. Sin embargo, se ha propuesto crear títulos más sencillos de forma semanal como este Switch. Un juego de mecánica muy simple pero que, al cabo de poco tiempo, se torna en una verdadera locura.
Su funcionamiento se basa en un tablero simple, lleno de botones o interruptores, y nada más. La mecánica se basa en activar estos interruptores únicamente cuando son iluminados con color verde. Toda una simpleza cuando, en un principio, sólo se activan de uno en uno, o incluso varios con cierto tiempo de margen para pulsar sobre ellos. Pero la gracia del título llega con la creciente dificultad que se va sumando con el paso de los segundos.
Y es que también existen interruptores rojos. Elementos que avisan al jugador de que, en un breve periodo de tiempo, apenas unos cuantos segundos, se tornarán verdes y tendrán que ser pulsados. Interruptores que, tras cada ronda, van sumando en número. Algo que obliga al usuario a poner todos sus sentidos y agilidad en el tablero de juego. Siempre pendiente para ver cuál de esos interruptores rojos se pondrán antes en verde y tendrán que ser pulsados.
Una buena pista es la barra de tiempo que se muestra en esto interruptores rojos. Y es que, cada uno de ellos cuenta con la suya propia, que avanza a una velocidad determinada. Cuando dicha barra se completa el botón se vuelve verde durante una fracción de segundo para que el jugador lo pulse. Si no, la partida acaba. Es precisamente esta barra de tiempo la que permite calcular cuáles de los botones tornarán a verde antes, pudiendo planificar una rápida estrategia durante la marcha.
Sin embargo, cuando el número de interruptores es demasiado grande, ni la habilidad, ni la agilidad ni la lógica tienen cabida en Switch. Una situación frenética que, en el mayor número de casos acaba con la paciencia del jugador y con su partida. Eso sí, para aquellos para los que el reto de superarse es un valor añadido supondrá un toque adictivo para volver a intentarlo cada vez y lograr durar más tiempo. Todo ello registrando siempre sus marcas.
En definitiva, un título sencillo en cuanto a diseño y planteamiento pero que, por su dificultad y el reto que supone, acaba transformándose en un entretenimiento de lo más adictivo. Al menos hasta que el jugador agote su paciencia y capacidad de concentración. El juego Switch está disponible para terminales Android de forma completamente gratis a través de Google Play.
