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La fiebre de los juegos entretenidos imposibles de completar sigue estando muy presente en los smartphones. Y es que, tras el éxito de Flappy Bird, Threes, 2048 y otros tantos, aún hay hueco para más. Es el caso de The Line, que repite el concepto del examen psicotécnico para mantener el punto dentro del camino trazado. Un control sencillo pero endiabladamente difí­cil de mantener durante un largo periodo. Algo que retará al jugador a superarse partida tras partida.

Se trata de un tí­tulo de habilidad que repite la fórmula de juegos clásicos de las primeras máquinas recreativas. En The Line el jugador debe mantener el punto dentro del camino trazado, que gira vertiginosamente ensanchándose y estrechándose sin ningún tipo de aviso previo. Todo ello evitando chocarse contra los bordes o salirse del recorrido. Un planteamiento en el que la agilidad y respuesta ojo-dedo es vital para lograr alcanzar la máxima distancia posible.

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Su jugabilidad es realmente sencilla, uno de los puntos fuertes que puede volverlo adictivo para los jugadores más competitivos. Así­, basta con pulsar el dedo sobre la pantalla para hacer que el escenario o circuito comience a moverse, dando la sensación de que es el punto el que avanza y no al revés. Poco a poco el camino va girando abruptamente para hacer que la emoción y el riesgo se dispare. Es en ese momento cuando el jugador tiene que afilar su habilidad y deslizar el dedo a izquierda o derecha para llevar al punto por el camino y evitar que se estampe contra alguna pared o esquina del trazado.

Con el recorrido, el jugador va sumando más puntos a su haber, sin que exista ningún tipo de premio o beneficio por ello. Tan sólo la satisfacción de haber conseguido una puntuación lo suficientemente alta como para compartirla a través de las redes sociales y retar a otros amigos o contactos a que sea superada si tienen el aguante y la habilidad suficiente para ello. Y es que este juego no tiene ningún fin, recreándose un recorrido aleatorio de forma automáticamente que pone a prueba la habilidad del jugador con diferentes amplitudes y curvas para afinar el deslizamiento de dedo y seguir en el camino correcto.

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Al chocar contra cualquier pared la partida acaba, remarcándose el punto de colisión para que el jugador pueda evitarlo la próxima vez. Con ello se presenta la puntuación final conseguida. En esta pantalla de Game Over también se compara la puntuación con la máxima que haya conseguido el jugador para conocer lo cerca que ha estado de superar su record. Además, si se desea, es posible compartirlo a través de redes sociales para fardar de capacidad de reacción.

En definitiva, un juego simple en planteamiento pero extremadamente complejo en desarrollo. Todo un punto para los amantes de los juegos de habilidad que gusten de sentirse retados a superar sus propios lí­mites. The Line está disponible sólo para iOS y de forma totalmente gratis. Se puede descargar a través de App Store.