telegram whatsapp

De nuevo el género de la mensajerí­a vuelve a tener una batalla activa en cuanto a aplicaciones. Y es que desde hace varios meses una potente alternativa está tratando de plantar cara a la hegemónica WhatsApp. Se trata de Telegram, una herramienta de mensajerí­a que se ha presentado al público como la opción más segura para establecer contacto con otros usuarios a través de Internet, de forma totalmente gratis y con opciones que ni si quiera WhatsApp ofrece. En tuexpertoAPPS queremos poner frente a frente estas dos aplicaciones para ver si todo eso que se dice es cierto, analizando los puntos más destacados.

Diseño

Es el primer punto que choca al poner cara a cara a estas dos aplicaciones. Y es que lo habitual hasta el momento es ver cómo las nuevas herramientas de mensajerí­a buscan distanciarse del aspecto de WhatsApp, marcando sus propias lí­neas y procurando destacar por méritos propios. Un punto que quizá haya conseguido todo lo contrario al alejarse de la sencillez de la aplicación más utilizada. Es por ello que Telegram sigue el camino de WhatsApp, llegando a copiar casi descaradamente su aspecto visual en algunas caracterí­sticas. Destaca sobre todo los botones para enviar mensajes, el botón para desplegar el menú Compartir o, incluso, la colección de emoticonos Emoji que trae consigo. Pero no es el único aspecto.

El diseño de Telegram también comparte con WhatsApp el concepto de sencillez disponiendo de dos pantallas generales. Una destinada a recoger todos los contactos que también cuentan con esta aplicación en un listado para entablar conversación directamente. La otra pantalla es la de los chats activos, donde encontrar las conversaciones individuales o grupales para continuarlas en cualquier momento, y que se presentan nada más iniciar la aplicación. Y aún más. Dentro de cada conversación es posible personalizar el fondo para disponer de una herramienta acomodada a los gustos del usuario. Una serie de fondos con patrones y colores que se pueden elegir desde el menú Ajustes. Un punto muy similar a WhatsApp, aunque en su caso la variedad de fondos es más escasa.

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Funcionamiento

En cuanto a la hora de manejar tanto Telegram como WhatsApp una misma idea se hace eco: facilidad y sencillez. Y es que en ambo casos sólo hay que introducir el número de teléfono para crear y asociar su cuenta de usuario al terminal. Y, tras ello, comenzar a chatear.

Quizá de nuevo buscando repetir uno de los puntos fuertes de WhatsApp, Telegram haya decidido imitar su mecánica, aunque con algunas diferencias interesantes. Sus responsables aseguran que el funcionamiento de esta herramienta de mensajerí­a está descentralizado, utilizando servidores situados por todo el mundo. Esto consigue que el servicio sea muy ágil y prácticamente inmediato a la hora de enviar y recibir mensajes, además de evitar toda clase de fallos, en teorí­a, al no quedar caí­do nunca si un servidor da problemas. Una cuestión en la que WhatsApp ya ha dado varios sustos, llegando a protagonizar fallos del servicio casi de forma mensual durante varias horas. Claro está que el volumen de usuarios y de mensajes es ingente, habiendo superado la pasada Nochevieja los 54 mil millones de mensajes totales.

Otros aspectos como el consumo de baterí­a parecen estar igualados, siendo herramientas que no minan la duración diaria del terminal como si hace LINE. Y es que la sencillez en su funcionamiento y su diseño tiene esta recompensa.

Aún así­ en este aspecto Telegram sobresaldrí­a por otros pequeños detalles como unas conversaciones grupales más abundantes, a pesar de ser contraproducentes, o con un servicio de doble check que asegura cuándo el interlocutor ha leí­do el mensaje, y no sólo que haya sido recibido. Puntos que pueden gustar a la mayorí­a de los usuarios.

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Seguridad

Se trata de uno de los puntos fuertes de Telegram. Una cuestión que sin embargo hay que coger con pinzas. Es cierto que WhatsApp ha sido portada en numerosas ocasiones por puertas traseras y fallos que permití­an en contadas ocasiones y bajo unas situaciones determinadas (como estar conectado a una red WiFi pública). Cuestiones que pueden llevar a casos de suplantación de identidad, robo de datos personales y otras cuestiones. Sin embargo son problemas poco extendidos. Claro está que enviar el código de encriptación sin protección en el propio mensaje tampoco es todo un acierto en el ámbito de la seguridad.

Ahora bien, Telegram promete evitar todo eso gracias a varias claves. Una de ellas es su ya comentado descentralizado servicio, que impide que todo el tráfico de datos y mensajes pasen por el mismo lugar. El otro punto es que están seguros de la herramienta que han construido, encriptando y protegiendo la información que sale y entra en los terminales. Algo que se puede comprobar gracias a que es una herramienta de código abierto, donde cualquier usuario con conocimientos acerca de programación puede comprobar este hecho. Tanto es así­ que Telegram ofrece 200.000 dólares a aquél hacker capaz de burlar la seguridad de su servicio.

Claro está que aún es demasiado pronto para afirmar cualquier problema de privacidad o seguridad de la aplicación. Y es que en el caso de WhatsApp ha sido ví­ctima de su propia fama, donde el volumen de usuario hace que resulte tentador escudriñar cualquier cuestión para espiar mensajes ajenos o encontrar problemas. Por tanto, la afirmación de que Telegram es más segura es una cuestión que sólo el tiempo y la pericia de los hackers dirán, aunque desde un inicio se antoje como una herramienta con más protecciones que WhatsApp.

Puntos extra de Telegram sobre WhatsApp

Las cuestiones básicas de una y otra aplicación parecen bastante semejantes, tratando de imitarse o moviéndose en ámbitos difí­cilmente contrastables. Ahora bien, Telegram ha llegado pisando fuerte gracias a sus puntos extra sobre WhatsApp. Y es que se ha ganado los titulares de duro rival por sus posibilidades.

En primer lugar es una aplicación completamente gratis, sin suscripciones, ni anuncios, ni compras dentro de la aplicación por el momento. Todo un punto a su favor frente a las personas que reniegan de pagar algo menos de un euro por un servicio que se usa de forma diaria en WhatsApp, o frente aquellas que no cuentan con un método de pago o una tarjeta de crédito para llevar a cabo la renovación de la suscripción. Pero es sólo uno de los alicientes de este nuevo competidor.

Otra de las claves es la falta de lí­mites a la hora de compartir archivos. Un lí­mite relativo ya que no es posible enviar archivos por encima de 1 GB de peso. Un margen suficientemente grande para compartir ví­deos y fotografí­as a gran calidad, lejos de los pixelados, reducidos y a veces recortados ví­deos que circulan por WhatsApp.

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Junto a ello también están las conversaciones o chats privados. Una función que recoge otro de los movimientos actuales con más fuerza dentro del ámbito de la mensajerí­a y puesto de moda por la aplicación Snapchat: los mensajes efí­meros o que se autodestruyen. De esta forma los usuarios de Telegram pueden establecer una comunicación que tendrá las horas contadas para evitar que dichos mensajes, fotos o ví­deos se reproduzcan. Y es que acaban destruyéndose tras un tiempo determinado por el usuario, impidiendo que los mensajes y los contenidos se reenví­en y con una clave de protección única de usuario a usuario. Eso sí­, siempre cabe la posibilidad de realizar una captura de pantalla del contenido, lo que echa por suelo el sentido de esta función.

Además, Telegram cuenta con código abierto, lo que supone conocer el funcionamiento e imitarlo y distribuirlo a través de clientes y aplicaciones propias que los desarrolladores creen para explotar alguno de sus puntos o acomodarlo a las necesidades de los usuarios. Cuestión relacionada con que surjan aplicaciones de Telegram multiplataforma, pudiendo llevarla a los ordenadores y casi cualquier dispositivo con conexión a Internet. Otro punto débil de WhatsApp.

Puntos fuertes de WhatsApp sobre Telegram

En primer lugar, y siendo la clave actual por el que otras herramientas no han conseguido el primes puesto en el ámbito de la mensajerí­a, está su número de usuarios. Una cifra que ya ha superado los 400 millones de usuarios activos al mes y que supone la apuesta segura donde encontrar a familiares y amigos con los de chatear. Algo que con el tiempo podrí­a cambiar, pero que sigue demostrando ante las alternativas que, incluso siendo de pago, es la opción más elegida.

Los mensajes de audio y las canciones son uno de los temas pendientes en Telegram. Algo que en WhatsApp han sabido explotar con la función Pulsar para hablar. Algo que puede no tener un uso muy extendido, pero que resulta toda una comodidad cuando no se puede teclear cómodamente. Además resulta un canal sencillo y cómodo para compartir canciones de música.

Junto a ello también está la opción de las difusiones. Una función que permite enviar un mismo mensaje a un gran número de contactos de forma sencilla y directa, sin poner en relación a los receptores entre sí­. Algo que el usuario de a pie sólo utilizarí­a para dar a conocer una información de urgencia, pero que empieza a ser atendido como un canal de comunicación y marketing por algunos negocios, que dan a conocer ofertas y descuentos a través de WhatsApp.

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Conclusiones

En definitiva, una batalla que en esta ocasión sí­ parece plantearse cara a cara, con un rival a la altura o quizá más fuerte. Y es que Telegram presenta las funciones extra suficientes para superar a WhatsApp, sin alejarse de sus lí­neas básicas y su sencillez. Menos restricciones, más privacidad y seguridad, fácil funcionamiento”¦ Caracterí­sticas que técnica y funcionalmente están más actualizadas y son más capaces. Sin embargo la experiencia dice que los usuarios siguen apostando por WhatsApp, a pesar de ser una herramienta de pago. Y es que ha sido la primera y más extendida, la que se ha enseñado a utilizar a familiares de todas las edades y de la que va a costar mucho tiempo desprenderse. Se ha coronado la primera y parece que el trono seguirá ocupado por la misma aplicación, aunque cada vez la situación se pone más interesante.